Adorar a Dios es rendir homenaje por lo que él es, pero esto no quiere
decir solo alabanza, veamos en la escritura algunos adoradores y nos
daremos cuenta que es adorar en espíritu y en verdad. La escritura nos
narra en Génesis 22 la prueba que Dios le hizo a Abraham, Dios le pidió
que entregara lo que más amaba, su único hijo, y Abraham obedeció y dijo
a sus mozos:
Génesis 22:5 Entonces Abraham dijo a sus mozos: Quedaos aquí con el
asno; yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos y volveremos a
vosotros.
Notemos que Abraham e Isaac iban a adorar, por una parte Abraham iba a
entregar a Dios lo que mas amaba, y por otra Isaac iba a aceptar ser
ofrecido como una ofrenda a Dios, aquí vemos un elemento principal de la
adoración como lo es el dar ofrenda a Dios, si adoramos a Dios entonces
le rendimos ofrenda como un homenaje, esto lo vemos en la escritura:
Sofonías 3:10 Desde más allá de los ríos de Etiopía mis adoradores, mis dispersos, traerán mi ofrenda.
Pero hay un dato interesante que adorador se dice en hebreo athar
(Strong #6282) que significa “incienso aromático, olor fragante, nube de
aroma”. Isaac adoró, con su propia vida, él se estaba entregando como
una ofrenda agradable a Dios, esto era una figura del sacrificio de
Cristo:
Efesios 5:2 y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a
sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.
Cuando vemos todo el antiguo testamento nos damos cuenta que la
adoración consistía en dar a Dios lo mejor que tenemos, los actos de
homenaje del antiguo testamento consistía en rendir nuestras
pertenencias a Dios reconociendo que él es el que lo provee todo:
Deuteronomio 26:10 “Ahora, he aquí, he traído las primicias de los
frutos de la tierra que tú, oh SEÑOR, me has dado.” Entonces las pondrás
delante del SEÑOR tu Dios, y adorarás delante del SEÑOR tu Dios.
El antiguo pacto era en letra, pero el nuevo es en Espíritu, antes se
rendía a Dios lo que teníamos, ahora Dios busca adoradores en Espíritu y
en Verdad, es decir que rindamos lo que somos:
Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios,
que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á
Dios, que es vuestro racional culto.
Presentar nuestra vida a Dios en un sacrificio vivo, ese es el culto de
hoy. El culto en la antigüedad consistía en presentar ofrendas de
animales o frutas, pero hoy es presentar nuestra vida como instrumentos
de Justicia en las manos de Dios (Romanos 6:13).
Para adorar hay que servir a Dios
¿Cómo sabes tú si eres un adorador en Espíritu y en Verdad? ¡Porque tu
vida esta entregada para servir a Dios! La adoración es servicio, por
eso el Señor nos aclara que no debemos adorar ni servir a otros dioses,
porque él es celoso.
Deuteronomio 8:19 Y sucederá que si alguna vez te olvidas del SEÑOR tu
Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo
testifico contra vosotros hoy, que ciertamente pereceréis.
Adorar es ofrendar nuestra vida a Dios para servirle, adorar no es un
acto externo de cantar himnos de “adoración”, es verdad, la alabanza es
uno de los sacrificio agradables que podemos hacer a Dios. Pero el
máximo sacrificio que podamos hacer es servirle con nuestra vida.
¡Cuidado! El enemigo llegará a ofrecerte el mundo (sus riquezas y
placeres) para que le adores, tal como hizo con nuestro Señor Jesús
(Mateo 4:9-10), pero nuestro Señor contestó “AL SEÑOR TU DIOS ADORARÁS Y
SOLO A ÉL SERVIRÁS”, si amado hermano, nadie puede servir a dos
señores, y el enemigo trata de hacer que por las riquezas algunos no
sirvan a Dios con toda su vida y dejen de ser adoradores en Espíritu y
en Verdad.
Adorar es obedecer
La adoración implica obediencia, para ofrendar nuestra vida por completo
debemos ser obedientes, cualquiera puede ofrendar, pero no obedecer,
Dios quiere que nuestra vida sea agradable a él, que si le llamamos
Señor es porque le obedecemos.
1 Samuel 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos
y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEÑOR? He aquí, el
obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la
grosura de los carneros.
El mayor homenaje que podemos brindar en adoración al Señor, es
nuestra obediencia, esa es la forma de decirle cuanto le amamos, Jesús
dijo el que le ama guarda su palabra (Juan 14:21), reflexiona en esto
amado hermano, si Dios anda buscando adoradores en Espíritu y en Verdad,
¿Será que no hay muchos?, tal vez podrán haber muchos adoradores pero
en letra, que ofrendan, diezman, alaban, y eso no está mal, ¡pero no
entregan su vida por completo a Dios!.
Hay que Adorar en Santidad
Recuerda que dice adoradores en espíritu pero también en verdad, ¿qué
quiere decir esto? Dios demanda que nuestra vida sea santa, si en verdad
hemos ofrendado nuestra vida para servir a Dios se verá porque nuestras
vestiduras son blancas, adoremos en santidad:
Salmo 96:8 Tributad al SEÑOR la gloria debida a su nombre; traed ofrenda
y entrad en sus atrios. Salmo 96:9 Adorad al SEÑOR en vestiduras
santas; temblad ante su presencia, toda la tierra.
Recuerda que adorar es rendir homenaje a Dios, él es santo, y ordenó que
seamos nosotros también santos, rendirnos a él y vivir una vida de
santidad, en justicia y verdad.
Efesios 4:24 y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de
Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.
En el antiguo pacto, el sumo sacerdote, que era el “adorador principal”,
se vestía con vestiduras de lino fino y en su frente cargaba una
diadema con el título “santidad a Jehová”. Así quiere Dios que nosotros
imitemos a nuestro Señor Jesús y que le adoremos en Espíritu y en
Verdad.
Adorar es declarar nuestra fe
Alguien soberbio no puede adorar, Dios resiste a los soberbios pero en
cambio, él está con los humildes. Se necesita humildad para adorar,
porque debemos reconocer su grandeza y nuestra necesidad de su
bendición, por eso adoramos, por eso nos postramos, pero postrarnos y
adorar no es un acto externo, es un acto de nuestro corazón, donde
reconocemos que si Dios no nos ayuda nada podemos, le adoramos porque él
es fiel, porque él es bueno, porque solo él es santo, adorar a Dios es
declarar que tenemos puesta nuestra confianza en él y no en nuestras
fuerzas.
Filipenses 3:3 porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que
adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no
poniendo la confianza en la carne,
Cuando vemos la escritura en Apocalipsis 4:10, vemos que los 24 ancianos
arrojan sus coranas delante de él, ¿Por qué? Porque reconocen que si
algo somos, se lo debemos a él, eso es adorar, reconocer nuestra
dependencia de él, y darle toda la gloria. Ser humilde no es caminar o
vestir de una u otra forma, es reconocer en nuestro corazón que el único
digno es el Señor.
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